Si ayer contaba alabanzas del doblaje español, hoy toca hablar de la serie española de la que más se suele hablar. No porque sea buena, que no lo es, sino porque tiene bastante repercusión mediática y ha llegado a influenciar a la sociedad a tal modo que algunas coletillas de la serie han traspasado la pantalla y se escuchan en la calle; algo que ya consiguiese en su día su predecesora, Aquí no hay quien viva.
No negaré que veo esta serie, pero desde luego que no seré yo quien diga que es una serie buena; una serie digna de ser vista. De hecho, yo la uso como hilo de fondo mientras hago otras cosas (normalmente jugar a la Nintendo 3Ds).
El argumento de la serie es más bien repetitivo. Una vez consiguieron llevar al extremo a todos los personajes a partir de la segunda temporada (la primera fue un fracaso total que no gustó a la audiencia), la serie entró en un círculo vicioso de la decadencia, haciendo que los gañanes sean cada vez más gañanes, que los perdedores sigan siendo unos perdedores y que la serie pierda cada vez más calidad. Realmente dan ganas de dejar de ver la serie. De hecho, si no la usase para escucharla como si de un audiocuento se tratara mientras juego a la 3Ds, probablemente no habría visto las dos últimas temporadas.
Personalmente, estoy deseando que termine ya la serie; pero todos sabemos ya cómo funciona Mediaset. Todo el equipo de La que se avecina, o al menos parte de él (no tengo muy buena opinión de algunos de los actores y actrices) podría tranquilamente trabajar en productos de mejor calidad, pero mientras la serie genere audiencia, el chicle se seguirá estirando.
En definitiva, una mala serie que, lamentablemente, influye mucho en la sociedad española.
No negaré que veo esta serie, pero desde luego que no seré yo quien diga que es una serie buena; una serie digna de ser vista. De hecho, yo la uso como hilo de fondo mientras hago otras cosas (normalmente jugar a la Nintendo 3Ds).
El argumento de la serie es más bien repetitivo. Una vez consiguieron llevar al extremo a todos los personajes a partir de la segunda temporada (la primera fue un fracaso total que no gustó a la audiencia), la serie entró en un círculo vicioso de la decadencia, haciendo que los gañanes sean cada vez más gañanes, que los perdedores sigan siendo unos perdedores y que la serie pierda cada vez más calidad. Realmente dan ganas de dejar de ver la serie. De hecho, si no la usase para escucharla como si de un audiocuento se tratara mientras juego a la 3Ds, probablemente no habría visto las dos últimas temporadas.
Personalmente, estoy deseando que termine ya la serie; pero todos sabemos ya cómo funciona Mediaset. Todo el equipo de La que se avecina, o al menos parte de él (no tengo muy buena opinión de algunos de los actores y actrices) podría tranquilamente trabajar en productos de mejor calidad, pero mientras la serie genere audiencia, el chicle se seguirá estirando.
En definitiva, una mala serie que, lamentablemente, influye mucho en la sociedad española.